Los expertos afirman que los hallazgos tienen implicaciones
problemáticas para el uso de los medicamentos para el tratamiento del
ganado.
Los antibióticos podrían en realidad ayudar a la Salmonella
(unas bacterias que provocan intoxicaciones alimentarias) a propagarse
entre los animales infectados, según una investigación reciente.
Aunque
este fenómeno todavía no se sabe que haya ocurrido en las personas, los
autores del estudio advirtieron que los hallazgos deberían servir de
recordatorio de los peligros potenciales del uso de antibióticos.
También comentaron que sus hallazgos plantean dudas sobre el uso generalizado de dosis bajas de antibióticos en el ganado.
"Los
seres humanos no deberíamos tomar antibióticos a la ligera. Debemos
tener en cuenta si siempre son beneficiosos cuando se dan a los animales
de forma indiscriminada, o cuando los tomamos nosotros mismos", afirmó
la autora principal del estudio, Denise Monack, profesora asociada de
microbiología e inmunología en la Facultad de Medicina de la Universidad
de Stanford, en un comunicado de prensa de la universidad.
Los
autores del estudio explicaron que algunos ratones son lo que se conoce
normalmente como "superpropagadores". Las heces de estos ratones pueden
portar grandes cantidades de bacterias que pueden infectar y enfermar a
otros ratones, y sin embargo no presentar ningún síntoma ellos mismos.
Cuando los investigadores suministraron el antibiótico estreptomicina a los ratones infectados con la Salmonella typhimurium,
hallaron que un pequeño número de ratones normales empezaron a soltar
una gran cantidad de la bacteria en sus heces, al igual que los
superpropagadores. Pero, a diferencia de los superpropagadores, estos
ratones cada vez enfermaron más, según el estudio.
En cuestión de
horas, la mayoría de los ratones que habían estado soltando una
cantidad relativamente pequeña de salmonella en las heces tenían unos
niveles muy altos de la bacteria en su intestino y sus heces. Al cabo de
unos días, estos ratones presentaron síntomas y enfermaron. Algunos de
ellos murieron, reveló el estudio publicado en línea el 20 de octubre en
la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Por
otra parte, los llamados superpropagadores parecieron estar sanos y no
les afectó la infección ni el antibiótico, hallaron los investigadores.
Los niveles de salmonella
en el intestino de los que al principio no eran superpropagadores eran
parecidos a los de los superpropagadores, descubrieron los
investigadores. Indicaron que las bacterias liberadas por los ratones
que al principio no eran superpropagadores eran tan contagiosas como las
que liberaban los superpropagadores. Eso significa que el tratamiento
con antibióticos tenía el efecto opuesto del que debería tener:
aumentaba el riesgo de infección en lugar de reducirlo, según los
investigadores.
Los investigadores hallaron los mismos
resultados cuando les dieron a los ratones otro antibiótico distinto, la
neomicina, según el estudio.
Un 80 por ciento de todos los
antibióticos usados en Estados Unidos se dan a las reses, a los cerdos, a
los pollos y a otro tipo de ganado, según los investigadores. Los
medicamentos se dan a fin de fomentar las tasas de crecimiento de los
animales, aunque los expertos han advertido que esta práctica contribuye
al aumento de los gérmenes resistentes a los medicamentos, explicaron
los investigadores.
"Hemos mostrado que el estado del sistema
inmunitario de un ratón infectado al que se dan antibióticos puede
predecir hasta qué punto puede enfermar ese ratón, y también tiene
implicaciones en la transmisión de las enfermedades", dijo Monack. "Si
esto es cierto para el ganado también, y yo creo que lo es, tendría
implicaciones obvias para la salud pública. Tenemos que pensar sobre la
posibilidad de que no solamente estemos seleccionando microbios
resistentes a los antibióticos, sino también alterando la salud de
nuestro ganado y aumentando la propagación de patógenos contagiosos
entre ellos y nosotros".
Identificar a los superpropagadores
podría evitar las epidemias de salmonella, pero esto ha sido difícil
porque no presentan síntomas. Examinar las muestras de excrementos es un
modo de detectar a los superpropagadores, pero esto sería difícil al
tratar con el ganado, indicaron los investigadores. Los investigadores
señalaron que las diferencias en los sistemas inmunitarios de los
superpropagadores podrían permitir que se les identificara en un
análisis de sangre.
Las infecciones con Salmonella
provocan aproximadamente 1 millón de casos de infecciones alimentarias
cada año, y envían a 19,000 personas al hospital, comentaron los
investigadores.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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